sábado, 6 de agosto de 2011

El miedo es libre

Siempre he oído que el miedo es libre, y en esta sociedad movida por el dinero, si juntas el miedo y el dinero la mezcla resultante se convierte en explosiva, y eso es lo que hemos vivido esta semana. Para un parado de larga duración el miedo al futuro es mi estado natural, y mi única preocupación es encontrar un trabajo que me permita vivir, lo de “el trabajo de mi vida” hace tiempo que no lo busco, me conformo con un trabajo que me de la vida.

Lo vivido esta semana con el tema de la prima de riesgo, y las caídas de la bolsas es un claro ejemplo de lo fácil que es sembrar el pánico con una razón que unas veces puede ser justificada y otras no tanto. Todos sabemos que la situación está muy complicada, pero la pelota se ha ido hinchando de tal manera, que no hay tertulia (desayunos en los bares, cafés a media tarde, terrazas de las cálidas noches de verano) en la que no se haya hablado esta semana de lo que por una vez se ha convertido en lo único.

El dinero sigue siendo tan tabú como el sexo, el más claro ejemplo es que poca gente habla con claridad de su sueldo, a unos les da vergüenza decir la miseria que ganan y otros sienten pudor cuando dicen lo que ganan, también existen los que tienen que soltar mentiras piadosas como en el sexo.

De un día para otro todo el mundo se ha convertido en inversor, y por lo que parece todos han elegido muy mal el momento, la única noticia de la semana ha sido la prima de riesgo, y ya empiezo a pensar que hay mucha gente interesada en sembrar el pánico para recoger las cosechas de los miedosos, a río revuelto ganancia de pescadores.
En tiempos anteriores la gente de campo se conformaba con una cosecha al año, con un huevo cada dos días por gallina, hoy no, hoy solo se siembra si se pueden recoger 3 o 4 cosechas al año. Llevamos unos 3 de crisis, y en esta travesía ya hemos vivido situaciones como esta, quizás no tan graves, pero que se han ido repitiendo con cierta frecuencia, me gustaría pensar que los compradores quieren seguir recogiendo sus 4 cosechas al año, porque estamos cerca del final de su exitoso periodo.

Hace 4 meses también vivimos el fin del mundo, con el terremoto, posterior tsunami y colapso de la central japonesa de Fukushima (hoy nadie recuerda el nombre), parecía el fin, hoy nadie se acuerda ni nos cuenta las verdaderas consecuencias, sin irse muy atrás en el tiempo también recuerdo que el mundo se acababa un verano por la gripe A, anteriormente por la gripe aviar, y aunque lo estamos pasando verdaderamente mal, podemos decir que hemos sobrevivido varias veces al final del mundo, y eso tiene difícil explicación para los que no creemos en los milagros.

Cuando leo que “la verdadera crisis va a empezar ahora” no puedo evitar que me de la risa tonta, será para los afortunados que de momento no la han sufrido, y pienso que estoy mejor que ellos, les llevo casi 3 años de ventaja.

En mi modesta opinión la solución es sencilla y pasa por prescindir del dinero que otros (que dudan de nuestra capacidad para devolverlo) tantas ganas tienen en prestarnos a intereses prohibitivos, aunque ello conlleve sacrificios temporalmente, prefiero asumir esos sacrificios aunque duelan que pasar toda la vida pagando el crucero al 23% de la tarjeta.

A los señores políticos solo nos queda pedirles que no sean egoístas y que elijan entre amputarse un dedo, antes que amputarles la mano entera a sus hijos.

3 comentarios:

  1. Si la humanidad se hubiera conformado, agricultores incluidos, hoy seguiríamos en la edad de piedra.
    No merece la pena leerte, la verdad.

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  2. Tan nefasto puede ser conformarse con todo, como no conformarse con nada. Si inflas un globo o un neumático sin control, ya sabemos como acaba y para que sirve después.
    Lo de las cosechas era solo un símil.

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  3. Cambia la tipografía del blog OMG!

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